El cuervo se posó sobre el cerezo en busca de agua, tenía mucha sed. No había ninguna charca cerca pero sí vio un cántaro llenito de agua. Sin embargo, su pico era tan corto que no podía alcanzarla. Tras mucho cavilar, se le ocurrió llenar el cántaro con piedrecitas del camino, así poco a poco logró que el agua subiera hasta estar cerca del borde y pudo saciar su sed.
Materiales y actividades para los alumnos del Programa de diversificación curricular